Ayer a la tarde acudimos con Ohiko a fiestas de Lukiano. El tiempo se portó a ratos pero lo más reseñable es que fue Maite se encargó del 124.
Como yo he perdido, y no se sabe porqué, parte de la visión del ojo izquierdo, fue el mejor momento para la toma de contacto.
Así que cuando ella quiera o no esté yo en condiciones el coche no tendrá que estar parado.
Un saludo
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